El limpiador ultrasónico limpiará cualquier objeto que quepa en su cubeta.

Puedes utilizarlo para: dentaduras postizas, ortodoncia invisible, férulas dentales, retenedores, gafas graduadas, gafas de sol, lentillas, joyas de cualquier material, relojes, cuchillas de afeitar, brochas de maquillaje, juguetes...

1. Llena la cubeta con agua hasta alcanzar el nivel máximo.

2. Añade un poco de jabón (opcional).

3. Enchufa la máquina con el cable de alimentación que viene incluido.

4. Introduce cualquier objeto en el interior y enciende la máquina con el modo que prefieras.

El ciclo corto (3 minutos), se activa por defecto al pulsar el botón táctil, y el ciclo largo (5 minutos), se activa manteniendo pulsado el botón táctil durante 3 segundos.

5. El aparato generará 45.000Hz de ondas ultrasónicas, para conseguir una limpieza potente pero suave que no dañará tus objetos de valor.

6. Tras el ciclo, el objeto introducido quedará completamente limpio y desinfectado. Simplemente sécalo con una toalla y vacía el agua de la máquina, dejándola lista para su próximo uso.

Para que lo entiendas, usar sólo agua y jabón es como limpiarte los dientes con pasta dental, pero sin cepillo. Aunque eliminarás parte de la suciedad superficial, la mugre incrustada seguirá ahí.

Otra opción es utilizar un cepillo para intentar llegar a las grietas más diminutas. Sin embargo, esto es agresivo, ya que provoca microarañazos que acabarán albergando aún más suciedad.

La tecnología de limpieza ultrasónica de Ultra Cleany elimina suavemente la mugre más profunda de tus objetos de valor, prolongando así su vida útil.

Tus objetos de valor no sufrirán deterioro alguno, ya que el limpiador ultrasónico funciona mediante una tecnología llamada cavitación acústica, que consigue limpiar los objetos sin tener contacto directo con ellos.

Este aparato envía 45.000Hz de ondas sonoras de alta frecuencia a través del líquido. A continuación, estas ondas crean millones de burbujas diminutas, que crecen rápidamente y luego estallan, generando una fuerza pequeña pero intensa.

Esta explosión, casi imperceptible para el ojo humano, libera la energía capaz de desprender la suciedad y las impurezas de la superficie de los objetos, incluso en las grietas más difíciles de alcanzar.

Es recomendable utilizar el limpiador ultrasónico al menos una vez a la semana para los artículos que usas a diario (ortodoncia, gafas o joyas).

Para el resto de artículos, una limpieza al mes debería ser suficiente.